Vía La Fusión, la experiencia del Dr. Yossi Goldstein que estuvo ayer en la manifestación más grande de la historia de Israel (el 6,5% de la población):
Quisiera compartir con ustedes mis impresiones sobre las manifestaciones sociales de ayer por la noche, denominadas "la protesta del millón". Ante todo no hubo un millón de personas en las 18 ciudades donde hubo concentraciones, pero sí asistieron cerca de medio millón de personas, algo sin precedente en la historia del joven Estado de Israel. He leido y observado con atención en muchos medios de comunicación israelí (TV, prensa y sitios de internet) que al menos 450 mil manifestantes se auto-convocaron, a saber: Alrededor de 300 mil en Tel Aviv, más de 60 mil en Jerusalem (Kikar París, en pleno centro de la ciudad en la interjección entre las calles Keren Hayesod-King George, con Ramban-Aza-Agrón), alrededor de 35 mil en Haifa, y el resto en ciudades periféricas como Kiriat Shmoná, Rosh Piná, Carmiel, Afula, Nes Tziona, Arad y Eilat.Mientras tanto, hoy se cumplen 7 meses de aquel 4 de febrero en el que comenzaban las manifestaciones en el vecino del norte, Siria. A diferencia de Israel, donde no hubo ni detenidos, la respuesta del gobierno de Assad fue censura de internet, detenidos, represión, francotiradores, y masacres (hoy asesinaron dos más, mientras sigue el flujo de refugiados a Líbano y Turquía).
Yo he asistido a la manifestación de Jerusalem, mi ciudad. Fue emocionante e impactante ver tanto público de todas las edades - muchas familias con sus hijos - y sectores (he notado bastantes "jovshei kipot" de todas las denominaciones, incluyendo muchas "kipot shjorot" de la ortodoxia más libeal (si bien el sector jaredí no adhirió al movimiento de protesta). Los lemas cantados en forma disciplinada en el acto fueron los siguientes: "El pueblo demanda justicia social" (Haam doresh Tzedek Jevratí), "Hu-ha quien viene, es el estado de bienestar social" (Hu-Ha mi ze bá, medinat Harevajá), "No beneficiencia - revolución" (Ló tzdaká - maapejá), "No es un error, es la política oficial" (Zo ló taut, zot mediniut). Como podrán apreciar en Ivrit todo suena mucho más lindo y con rima. Además se cantaba la canción infantil: "Lakoba shelí shalosh pinot..." pero cambiando la letra: "La Bibi shelí shalosh dirot, lulé haiú lo shalosh dirot ulai haitá li dirá mishelí" (Mi Bibi - Netaniyahu - tiene tres departamentos, si no tuviera tres departamentos quizás yo tendría una vivienda propia).
El acto incluyó diversos voceros del movimiento de protesta social: comenzando por la actriz cómica Orna Banai, siguiendo por el locutor y comentarista deportivo además de periodista social Mudi Barón, el presidente de la Organización de estudiantes de Jerusalem, la editora del importante periódico social "Eretz Ajeret" y mujer de la ortodoxia liberal - Bambi Sheleg, dos jóvenes madres representantes de la protesta de las carpas y a favor de "Diur Tzivurí" (construcción de viviendas para alquiler, de propiedad pública), y líderes jóvenes de la nueva protesta social. Cantaron los cantantes Izhar Ashdot, Carolina y el trío "Má kashur" (cómicos). En Tel Aviv fue emblemático el discurso de la joven líder de la ciudad de las carpas en la avenida Rotschild, Dafin Lif (fue muy criticada y menospreciada en los medios en los días anteriores a la concentración), y cantaron los conjuntos musicales famosos: "Hayehudim", y "Dag Najash". En Afula cantó Shlomó Gronij, en Haifa cantaron Kobi Oz y David Broza.
Luego de 52 días de protesta social de los llamados en la prensa mundial "indignados" (no así en Israel), y al menos 7 concentraciones, la de ayer fue la más masiva e impactante, y la que mayor impacto tendrá - al menos eso esperan la mayor parte de los israelíes - en el gobierno y en las políticas sociales a largo plazo. Las protestas tienen como denominador común la oposición a los procesos neo-liberales de privatización, el abandono de la cosa pública, el deterioro de la educación pública, la polarización entre ricos poderosos y la enorme masa de israelíes pobres (al menos un millón y medio en términos relativos y según los mide el Instituto de Seguridad Social de Israel anualmente).
Se trata de una "revolución" de la generación joven, liderada por estudiantes y la clase media. No en vano el lema central de la concentración masiva en Tel Aviv, en el corazón de la riqueza y foco de los mejores negocios de marca - Kikar Hamediná -, fue el siguiente: "Nosotros somos los nuevos israelíes" (Anajnu haisraelim hajadashim). Lo dijo Dafni Lif con sus palabras: "No estamos acá para sobrevivir sino para vivir, no estamos acá porque no tenemos otro país sino porque este es el país que deseamos. La palabra "Tzdaká" será reemplazada por "Tzedek", en lugar de aguardar pasivamente - "Lejakot" - bregaremos por el cambio ("Leshanot"), en lugar de la soledad de cada uno en su casa frente a la pantalla surgirá la sensación de estar juntos ("Beiajad").
Fue emocionante el haber sido parte de este fenómeno y el vivenciar este nuevo movimiento de protesta social, que espero influya en forma decisiva en la comisión Trajtenberg (que sesionará hasta Rosh Hashaná) y en las políticas de gobierno (Bibi Netaniahu prometió ayer cambios profundos y la implementación de todas las recomendaciones de la comisión Trajtenberg).
Aunque para la mayoría sensata sea una obviedad, vale la pena recordarles con este sencillo contraste a los abanderados del odio antisemita/antisionista cuál es la única democracia, y cuál es simplemente una dictadura más en el conflictivo Oriente Medio.
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