Ballotage

Publicado en Apuntes Urbanos

El lunes publiqué en mi FB esta idea para el FPV: "Escuchá esta: Filmus admite la derrota (no como mendez 2003) y se baja con la condicion de q los 50 palos q creo  30 palos q sale el comicio se usen para construir viviendas populares. Sube 10 puntos de intencion de voto para la proxima" (como las internas de agosto).

Hacer eso le puede subir el piso electoral en capital, en cambio si siguen así, sólo van a lograr subirle el piso a Macri a un 65%.

Vía Guillermo Krantzer me llega este acertado análisis que mete en la bolsa lo mencionado arriba y los otros temas que se están hablando, como la paradoja del desprecio por el votante al que en 2 semanas y media le vas a pedir el voto.

La oposición a Macri vive en un termo, un microclima, por lo que dudo que entiendan que crisis = oportunidad. Para ellos, ganarle a la "derecha fascista privatista neoliberal que da asco" es una epopeya. ¡Suerte en las urnas para la gloriosa gesta, muchachos!

Cristina todavía puede jugar una carta en la Ciudad: bajar a Filmus

La Presidenta tiene una oportunidad para recuperar autoridad política después del Waterloo porteño. Si ordena a su candidato que desista del ballotage, incluso podría despertar simpatías entre los vecinos que creen que es un fastidio volver a votar cuando el resultado está cantado. El desánimo del peronismo porteño y la suicida campaña contra los porteños.

Por Ignacio Fidanza  |  12.07.2011 19:47:00
Daniel Filmus volvió a exhibir en las últimas horas las dificultades que enfrenta a la hora de transitar la humildad. Para explicar su negativa a renunciar al ballotage se comparó con Carlos Menem, cuando el riojano eludió la segunda vuelta en el 2003. Explicó que el jamás cometería semejante defección.

Menem ganó la primera vuelta y como sabía que perdía el ballotage, renunció a esa instancia para debilitar el naciente gobierno de Néstor Kirchner, que apenas había alcanzado el 22% de los votos. Fue un gesto de enorme irresponsabilidad institucional, que el santacruceño supo revertir desde la gestión.

Lo de Filmus es un mundo por completo distinto. Si se baja, el único efecto que logrará es que los porteños le agradezcan el sentido común de evitarles volver a las urnas para escriturar una decisión que ya se tomó el domingo. Gracias a Dios, su renuncia al ballotage no pondría en riesgo las instituciones de la Ciudad y menos las de la República. El gesto en todo caso asumiría la burocrática forma de un trámite previsible, muy lejos del drama de un oscuro golpe político.

Macri no necesita que Filmus lo ayude a legitimarse en un ballotage, el 47% que obtuvo en la primera vuelta y los casi 20 puntos de diferencia, le otorgan una base política suficiente para administrar la Ciudad.

En rigor, el debate de Filmus ya lo resolvieron las matemáticas. El candidato kirchnerista necesitaría 22 puntos de los 25 en juego para ganar la segunda vuelta; mientras que a Macri le alcanzaría con poco más que el 2 por ciento.

Lo más probable es que tanto Filmus como quienes lo rodean todavía estén bajo los efectos del shock de la derrota y por eso repitan las mismas consigas que los llevaron a esta situación, como si no tuvieran nada que cambiar. Es comprensible.

Lo que se entiende menos es que la Casa Rosada –al menos por lo que trasciende- sea quien lo presione para que mantenga su voluntad de enfrentar al ballotage. La explicación que esbozan quienes sostienen esa decisión es de una precariedad conmovedora. Si Filmus saca el 40% en el ballotage, afirman, Cristina enfrentaría con ese piso las primarias de agosto.

Se trata de una tontería importante y muy sencilla de rebatir: en las primarias de agosto la oferta no se limitará a dos candidatos como en el ballotage porteño, de manera que nada le garantiza al kirchnerismo que retenga el hipotético 40% de Filmus en una segunda vuelta. Y en segundo lugar, el voto no se traslada de manera mecánica, como se vio este fin de semana. Dicho de otra manera: ¿Si la Presidenta ronda los 40 puntos como dice el oficialismo, para qué necesita el antecedente de un ballotage de Filmus?

Y desde el otro lado de ese telescopio, el riesgo que un ballotage porteño entraña para la Casa Rosada es muy concreto. La Presidenta podría sufrir a 14 días de las primarias de agosto una segunda derrota contundente, que los diarios nacionales se encargarían de amplificar y estirar todo lo que se pueda ¿Para que seguir entregando limones a ese jugo amargo?

Esto lo tienen demasiado claro los dirigentes más veteranos del peronismo porteño, que por estas horas iniciaron una sorda resistencia al ballotage. Lo que tenían para jugar ya lo jugaron el domingo, cuando se eligieron legisladores y comuneros. Se trata de gente práctica que no entiende la lógica de seguir gastando plata, energía y tiempo en una pelea que se sabe perdida.

“La impresión es que la gente quiso liquidar la elección el domingo, para que no la importunemos con una nueva votación y encima sobre el filo de las vacaciones de invierno”, explicó uno de estos dirigentes a LPO. Y advirtió: “lo que puede pasar si los forzamos a volver a votar es que nos castiguen y terminemos 70 a 30”.

En la Casa Rosada argumentan que sólo votó el 70% del padrón -en rigor fue el 75%- y que entonces Macri sacó en realidad un 30%. De manera que hay que ir a buscar a todos los que no fueron y con esos, Filmus gana. "Fenómeno, ya tenemos todo resuelto", afirmó irónico el dirigente consultado, ante el estrafalario análisis.

Pero como si todo esto no fuera suficiente, Aníbal Fernández, Fito Páez y Ricardo Foster, como cabezas visibles de una constelación más amplia, se encargaron en las últimas 48 horas de prender fuego los tibios intentos de Filmus por mostrarse amplio. Sus insultos a los porteños contradicen el manual más elemental de los políticos después de una derrota por paliza: humildad y prometer que se prestará más atención a lo que demanda la sociedad.

El ejemplo de Kirchner

En su primer mandato Néstor Kirchner apostó fuerte por el plebiscito misionero para habilitar una nueva reeleción de Carlos Rovira, que cayó derrotado frente al obispo Joaquín Piña. En menos de 24 horas, el ex presidente dejó sin reelección nada menos que a Felipe Solá y Eduardo Fellner. No los consultó: leyó el mensaje de Misiones, actuó en sintonía con la sociedad y recuperó la iniciativa política.

Lo peor que le podría pasar a Cristina es que en los próximos días u horas, Filmus se baje por su cuenta. Sería una desautorización y un signo de rebeldía póstuma, pero rebeldía al fin. La dejaría ubicada en el lugar del capricho y la cerrazón, o como mala perdedora.

Por el contrario, si fuera ella quien le pide a su candidato que le ahorre a los porteños el trámite de la segunda vuelta, recuperaría autoridad política en un distrito donde por estas horas crecen en el peronismo y el kirchnerismo las críticas a Juan Cabandié y La Cámpora, que es una manera de criticar a Cristina, que los encumbró al frente de las listas. Es tan viejo como la política que después de las derrotas, los líderes necesitan sacrificar alguna pieza que concentre todas las culpas, en un simulacro de renovación que preserve el mando del jefe de mayores cuestionamientos.

Si Cristina optara por bajar a Filmus gozaría además de un beneficio adicional: el agradecimientos de cientos de miles de porteños, que podrían disfrutar del domingo del 31 de julio en familia y planificar sus vacaciones en paz. No es poca cosa, evitar nuevos agravios, cuando ella misma deberá someterse a ese electorado apenas 15 días después.

Sería una manera elegante de hacer una autocrítica sin el costo de verbalizarla, algo así como empezar a desandar el notable exabrupto de su jefe de Gabinete, que condenó a los porteños porque “no saben votar”, en una reivindicación del voto calificado que bien podría incorporar en una próxima reedición de sus nuevas “Zonceras Argentinas”.

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10 comentarios:

El Huber dijo...

Tengo una segunda opinión del por qué una derrota en segunda vuelta sería funcional al proyecto eleccionario del FPV. Luego de los comentarios (desafortunados, por lo menos) por el resultado de la primera vuelta, queda establecida una nueva controversia basada en Capital-Interior que se puede traducir fácilmente a Derecha reaccionaria y egoísta-Progresismo. De esta manera, la postura del FPV queda fortalecida en el conjunto de electores como la alternativa progresista, nacional y popular contra el avance de la derecha que implica el electorado porteño que de por si no cuenta con la simpatía natural del resto de los connacionales. De esta manera, creo, le sirve sacrificar la capital para ganar el país manteniendo un enemigo visible, fácilmente identificable y ya asociado con los conceptos más condenables de la derecha.
Perdón por la extensión. Muy bueno el blog y ya lo agregué a mi blogroll.

Saludos.

H dijo...

Puede ser...
Gracias por las felicitaciones!
Mmmm blogroll con philadelphia y palta...

Anónimo dijo...

Nah, a partir de Buenos Aires se viene una seguidillas de derrotas para el FPV: Sta fe, Córdoba. No caigamos en la falacia de la racionalidad.

Anónimo

H dijo...

Los anónimos firmen con nombre o nick, por favor.

El Huber dijo...

El problema con el blogroll con Phila +palta es que se te quedan todas las palabras entre los dientes...

Diegose dijo...

Che, tengo otro número: 13 palos

http://www.lanacion.com.ar/1389156-la-segunda-vuelta-costara-mas-de-13-millones

Anónimo dijo...

Macri le bajo 100 millones de pesos al garraham o es humo?

H dijo...

13 palos: puede ser.


Garr: No la habia escuchado.

Anónimo dijo...

Está bueno el análisis que subiste. Es increíble que haya tantas razones a favor de bajarse del ballotage y pocas (ninguna?) para mantenerlo. Hay una palabra que usa Fidanza y que también usé yo en un post (mucho más breve y pobre) el lunes que creo resume la situación: capricho. Saludos,

martín

H dijo...

Pase lo que pase es bueno para Macri. La reacción del antimacrismo demostró lo intolerantes que son cuando la realidad no responde a sus deseos.