Se habían echado a correr versiones de que la familia del fraudulento presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad tenía raíces judías. Afortunadamente los rumores son cualquier cosa.
En mi opinión, ni sus supuestas raíces hebreas ni la confirmación de su inexistencia tienen relevancia histórica ni política. ¿Por qué entonces digo "afortunadamente"? Porque me da lata que esos rumores alienten a dos grupos opuestos:
Los que se entretienen con la teoría del autoodio judío: ¡Que es cierta! Al punto de que el filósofo judío antisemita Otto Weinninger llegó a odiarse tanto a si mismo (por judío y por homosexual) que se suicidó. Pero el autoodio judío es único como lo es la judeofobia y tal vez por eso no la entienden los que desconocen la historia judía. Por ese motivo es una idea políticamente estéril que sólo desvía las discusiones hacia lo irrelevante.
Vamos a suponer que la familia de Ahmadinejad tuviera raíces judías y fuera un fanático represor sólo por la inseguridad que tiene de su identidad. ¿Qué cambia? No se me ocurre absolutamente ningún punto que pueda modificar mi posición política sobre su régimen teocrático represor de árabes e izquierdistas.
Las teorías psicoanalíticas aplicadas a personajes históricos pueden ayudar a entender al personaje, analizando cómo se pararon frente ante ciertos sucesos históricos de su tiempo y por qué hicieron lo que hicieron, pero son claramente accesorios y secundarios del proceso histórico en sí. Si Napoleón decidió invadir Rusia en invierno por un trauma no resuelto cuando una novia rusa lo dejó plantado en el frío... ¿qué importa? La cuestión es que invadió y se cagó de frío otra vez. Él y sus soldados.
El approach psicoanalítico pueder ayuda a entender, en una de esas, al personaje, pero no al proceso histórico de las guerras napoleónicas, que está influenciado por mil cosas más determinantes que un trauma no resuelto. Y digo "en una de esas" porque aplicar el psicoanálisis a la política internacional y la historia universal... mmmm... a menos que seas Hari Seldon, lo veo más como entretenida literatura que como ciencia social.
Por supuesto, el otro grupo -mucho más peligroso- que se azuza con estos rumores son los trolls, paranoicos, nazis, antisemitas, judeófobos que "ahora sí" entienden ("claro, ¡seguro que Hitler también era judío!"), y que llenan indymedia de sus vómitos conspirativos. A esos, sólo tengo para decirles que sabemos quiénes son y los tenemos marcados en una lista guardada al lado del Plan Andinia y los Protocolos. Ya les llegará el momento, mua ja ja ja... (risa tenebrosa).
4 comentarios:
Me gustó el final...
Igual es conocimiento popular que los judíos fueron los que hundieron el Titanic. Un tal Iseberg o algo así...
Jaja sí, lo conocía, Iceberg, Goldberg, todos iguales :)
No me sorprendería en nada que asi fuera
Qué así fuera qué?
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