Publicado en Apuntes Urbanos
Me ha pasado que me dicen "vos defendés a Macri pero un amigo labura en el GCBA y está muy enojado". Y yo siempre respondo: "¿Cuál es queja concreta? Porque no siempre los intereses de los trabajadores están alineados con los del ciudadano o usuario del servicio".
En general termina siendo una queja puntual por derechos laborales:
"Nos vinieron a censar, nos toman lista sin avisar" (de una empleada de Desarrollo Social). Como ciudadano quiero que te controlen mucho, almita de Dios.
O si te estás quejando porque te quitaron 10 de los 50 días de licencia que tenías por año, como ciudadano me alíneo con la patronal, sabélo.
Otra queja que escuché el otro día: "vino Macri y cambió a los jefes que estaban de antes". Sin más información que esa no
puedo saber si los que pusieron eran mejores que los que sacaron, pero nadie puede negar al gobierno el derecho a manejar sus RRHH como le parezca, siempre que lo haga de acuerdo a la ley.
El caso de trabajadores del subte que paran la extensión de una línea por no querer trabajar media hora más (de 4:10 a 4:40 hs por día) es otro ejemplo obvio, como así también los ferroviarios que se niegan a pasar por controles de alcoholemia, estado físico o resisten las necesarias cámaras de filmación en las cabinas.
Obviamente si se quejan porque el gobierno está cerrando un servicio esencial ahí mi interés como ciudadano sí se alínea con los laburantes. Ese fue el caso del Indec, donde los trabajadores pusieron en riesgo su puesto laboral (y muchos lo perdieron) para salvar las estadísticas públicas del gobierno nacional (no pudieron evitarlo y por eso estamos como estamos).
O cambios edilicios que me han comentado que el GCBA ha hecho en
el estacionamiento de un hospital psiquiátrico porteño que dejan expuestos a los médicos a innecesarios hechos de
inseguridad.
En resumen, no toda queja de los trabajadores o sus sindicatos tiene sentido para los usuarios o contribuyentes. Hay que ver caso por caso. Lo intereses de los distintos stakeholders a veces coinciden y a veces colisionan.
Unas palabras sobre el Proceso y la generación de los '70
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- Todos los que se levantaron en armas contra el Estado previo al Proceso eran unos delincuentes y tenían que haber sido llevados a la justicia. Me paso por el testículo izquierdo los maravillosos ideales que tenían detrás. La violencia política es mi límite. Obviamente la violencia ilegal de la Triple A fue también criminal.
- Todos los que cometieron atentados contra civiles, tanto antes como durante el Proceso, eran unos terroristas y tenían que haber sido llevados a la Justicia. Me paso por el testículo derecho la épica gloriosa. Juicio y castigo.
- Es peor, sí, muchísimo peor, cuando se asesina desde el Estado, porque este se convierte en terrorista con todos los resortes de poder a su disposición. Pero por eso los de éste son crímenes de lesa humanidad; el agravante está ahí. Que la represión haya sido ilegal no hace que los Montoneros, ERP y demás violentos mesiánicos sean menos criminales.
- Desde ya que no todos los que fueron asesinados por el Estado terrorista eran culpables de lo que dije arriba. No me animo a dar una proporción pero me imagino que buena parte eran inocentes y los agarraron con la arbitrariedad típica de cualquier Estado asesino.
- Espero que todos los culpables de crímenes de lesa humanidad tengan juicio y castigo. Como los de los guerrilleros ya prescribieron, lo único que pido es que no los endiosemos.
- Tengo entendido que 30.000 fue una estimación a la salida del Proceso y hoy hasta los organismos de DDHH y Estado Nacional reconocen solo un tercio de esa cifra. No entiendo el tabú sobre este tema; 8 o 10 mil aberrantes crímenes de lesa humanidad no me parecen poco. Después de la Shoá, en base a los dichos de Eichmann, se estimó el genocidio judío en 6 millones. Más de 60 años de investigación después, el número más acertado habla de entre 5 y 5,5 millones de judíos asesinados. ¿Cambia algo? Nada. No hay que tener temas tabú.
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