Me considero una persona no dogmática para debatir; por eso me corren por derecha y por izquierda, por halcón y por paloma, por facho y por zurdo. Incluso cuando se habla de Israel. He discutido con israelíes de derecha, con egipcios y hasta con una palestina con la que tenemos un amigo en común.
Podemos discutir las fronteras de un futuro estado palestino (bah, en realidad yo no soy parte de la discusión, no vivo ahí, ni pago impuestos allí, ni hago el ejército, es mi elección solo comentar desde afuera). Pero de ninguna manera estoy dispuesto a aceptar ni la desaparición de Israel como estado judío (por supuesto), ni un estado binacional, que es lo mismo. Por motivos prácticos (lo que significa vivir en un estado de mayoría árabe-musulmana, para las minorías, no hace falta aclararlo, ¿no? Ni tampoco quisiera que la Tierra Prometida se convirtiera en otra Yugoslavia), pero también por motivos axiomáticos. La soberanía judía no se negocia. Esa es la línea roja y si se lo explicás claro a los propalestinos, creo que lo entienden. Israel nunca va a entregar la soberanía judía, así tenga las fronteras del '48, del '67, o del '79. ¿Por qué? Por esto de abajo. Fin de la discusión.
H, esa tira de Langer es fuertísima, una patada en los dientes. El tipo es un genio, el efecto que logra con el contraste entre el gag que uno espera por la gráfica y el contenido es estremecedor. Me hizo acordar a una peli, a lo mejor la viste: una aldea completa de judíos secuestran tren para escaparse de los nazis y se disfrazan de SS, en el camino se encuentran unos gitanos, festichola, baile, etc. todos escapan, todos felices. La última escena muestra que todo fue un delirio del tonto del pueblo y están en un lager. El anticlima es devastador.
ResponderEliminarLa vi, como se llamaba?
ResponderEliminarTrain de Vie (El Tren de la Vida)
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