Bien Florencio Randazzo por haber agilizado del proceso del documento de identidad. Y no sé qué tan rápido sea cuando renueve el pasaporte o de qué calidad sea, pero peor de lo que había, difícil, así que bien por eso, también.
Mérito de F. Randazzo, J. M. Abal Medina y Alejandro Tullio, entre otros, este domingo vamos a votar con alegría en las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias). Apoyé en su momento la reforma política -Ley Nro 26.571 (*)- que las habilitó por varios motivos:
- Se depuraron los registros electorales, que contaban en 2009 con 710 partidos inscriptos, obligando a los nuevos partidos políticos realmente existentes a salir a conseguir una cantidad de afiliados equivalente al 0,4% del total de electores de cada jurisdicción (si no conseguís 4000 tipos en capital, ¡no existís políticamente!). Los partidos con representación y militancia real lograron el objetivo fácilmente, otros tuvieron que juntarse entre varios con los que al fin y al cabo no pensaban tan distinto, y las "pymes" políticas, sellos de goma de alquiler que no representaban a nadie pero seguían lucrando del financiamiento estatal, fueron dados de baja (unos 149). De esa manera se eliminó el tejido electoral muerto. Todo muy positivo.
- Por cada afiliado se debió presentar fotocopia del documento, acabando con las prácticas espurias de presentar planillas de "adherentes" con números de DNI y nombres sacados de algún padrón y miles de firmas falsificadas. Yo mismo me afilié a un partido que no se imaginarían para que obtenga su personería. Adicionalmente, se facilitaron los mecanismos de desafiliación: a partir de ahora, en todas las sedes del Correo Argentino los ciudadanos pueden hacerlo de forma automática y gratuita.
- Prohibieron a un candidato derrotado en las internas abrirse si no le gusta el resultado. Si no participa de las PASO, no puede competir. Y si participa y pierde la interna, no puede competir por otro partido armándose su sellito nuevo, ya no se dará más este hecho vergonzozo de "voy a la interna y si me va mal voy por afuera".
- Las internas abiertas y simultáneas son el método que se utiliza en Uruguay, Costa Rica y Colombia, por ejemplo (en EEUU también, pero su participación no es obligatoria). En Uruguay permitieron el surgimiento del Frente Amplio después de 200 años de bipartidismo (para los que decían, justamente, que beneficiaba al bipartidismo).
- Por primera vez las boletas fueron impresas a color e incluyen las fotos de los candidatos. No solo es más acorde a los tiempos que corren, también facilita la correcta identificación por parte del elector (con tanto "José Scioli" y "Fernando Narvaez" compitiendo contra Daniel Scioli y Francisco de Narvaez, es un dato no menor).
- Fijaron un piso de legitimidad para las elecciones de octubre: 1,5%. El milagro para Altamira ya sucedió: se armó un Frente de Izquierda. La experiencia nacional e internacional demuestra que la fragmentación extrema del sistema político (con 20 micropartidos que nunca se llegan a consolidar) no es buena para el sistema democrático.
- En función de todo esto es que se fue reordenando el tablero político y muchos candidatos se fueron bajando solos (se me ocurren Sanz, Cobos, Macri, Solanas) o abriéndose de entrada (Duhalde, Das Neves, Rodriguez Saa) en vez de aprovechar estas internas para fortalecer su propuesta. Una lástima, la próxima lo aprovecharán, y seguramente todo es mejorable (más tiempo para posicionar al candidato, etc), pero para esto tiene que haber PASO una primera vez para incorporar el mecanismo a la gimnasia democrática. Los diez candidatos presidenciales no competirán con ningún otro, pero sí habrá competencia dentro de algunas listas legislativas (Compromiso Federal, el partido de Rodriguez Saa en Capital, por ej., define sus internas legislativas en las PASO). En ese caso, aquellos que alcancen una minoría del 25%, podrán intercalar representantes en la nómina ganadora, conforme establezca la carta orgánica de cada partido.
- Respetando el federalismo, la ley invitó a las provincias a sumarse convocando a internas abiertas para elegir también a sus representantes. En Santa Fe se hizo hace meses (con boleta única), y la provincia de Buenos Aires adhirió en simultaneidad con la Nación, y allí sí habrá competencia en varios rubros, comenzando por la gobernación: Daniel Scioli medirá fuerzas con otro precandidato, el intendente de José C. Paz Mario Ishii, y uno de ellos será ungido candidato del Frente para la Victoria. De ahí para abajo hay mucha disputa en todos los cargos y en 130 distritos competirán varias listas por las intendencias y cargos legislativos provinciales.
- La reforma acabó con la necesidad de financiamiento privado de las campañas políticas, dando más independencia a los candidatos, evitándoles tener que prometer prebendas espurias a los aportantes. De la pauta radial y televisiva (donde se gastaba el 90% de los fondos), el 50% se reparte equitativamente y el resto, por votos obtenidos en la última elección, todo por sorteo y sin control de contenidos por parte del Estado. Y lo más importante: aunque seas millonario, no podés contratar pauta en TV por tu lado (menos plutocracia, más democracia). Digan si alguna vez habían visto tanta diversidad en la publicidad televisiva. Además, ahora a los partidos políticos reconocidos los sostiene económicamente el Estado Nacional: tendrán asignado un monto de dinero no solo para campañas electorales, sino también para su gestión y tareas de formación política. Hay aportes privados pero no de personas jurídicas sino sólo de personas naturales, ciudadanos que deben estar perfectamente identificados, así como qué monto donaron (y éste, a su vez, está limitado).
- Se unificaron los padrones (la Argentina era única en el mundo, creo, en ese sentido) y ahora las mesas son mixtas, eliminando esa diferenciación de masculinas y femeninas más propia de principios del siglo XX que del XXI.
- Entre otras cosas, se impidió la presentación de candidatos a ocupar cargos públicos a personas procesadas por delitos de lesa humanidad y violaciones a los derechos humanos.
(*) La Ley 26.571 de democratización de la representación política, la transparencia y la equidad electoral, sancionada el 2/12/2009, modifica tres normas: La Ley Orgánica de los Partidos Políticos (Ley 23.298), el Código Electoral Nacional (Ley 19.945) y la Ley de Financiamiento de los Partidos Políticos (Ley 26.215)
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