La masacre de Jenin - la mentira palestina vs. el cinismo proisraelí

Publicado en Apuntes Urbanos

Me atrevo a decir lo siguiente, bien polémico. En el discurso sionista, decimos la verdad, aunque quede horrible, y por ende parecemos cínicos. Por ej., decimos que en una batalla (operación Plomo Fundido) totalmente justificada, destinada a quebrar militarmente a Hamás para que deje de bombardear las poblaciones civiles israelíes, en donde durante 3 semanas Israel alcanzó centenares de objetivos militares (arsenales militares, túneles de contrabando, plataformas de lanzamiento de misiles, centros de detención y tortura, campos de entrenamiento terrorista, combatientes de Hamás), se produjeron, del lado palestino, 1167 bajas: 709 de ellas terroristas confirmados, 295 civiles confirmados, y 162 cuya identidad se desconoce.

Y decimos que teniendo en cuenta la complejidad del campo de batalla contra un enemigo que elige, como parte de su doctrina, ubicarse en el medio de la población civil, poner trampas explosivas en sus casas, disparar desde colegios a los que van sus propios hijos, guardar arsenales en salas maternales y mezquitas, y utilizar a su propia gente como escudos humanos, bueno, la verdad que no está nada mal. El ejército israelí se comporta de la manera más moral del mundo, cualquiera sea el país contra el que lo compares (100 veces más preocupado por proteger a los civiles del adversario que cualquier país occidental y 10.000 veces más que cualquier país árabe, desde ya).


¿Ven? Queda horrible decirlo, aunque sea verdad.

Lamentablemente, del otro lado (palestino) lo que puebla el discurso es la mera mentira como arma de guerra. Mienten y punto. Recirculan viejos libelos stalinistas, e inventan nuevos, como el de La Masacre de Jenin:

La historia me la contó un periodista ya curtido en años de cubrir guerras. «Llamé a mi periódico y pedí hablar con el director. Oye, aquí no hay ningún genocidio, le dije, ni siquiera una matanza; esto es una escaramuza entre guerrilleros y fuerzas regulares. Él me respondió que el periódico había apostado por el genocidio y que a mí me pagaban por contarlo. Así que lo conté». Sólo cuando Human Rights Watch publicó, meses después, su informe sobre Yenín, estuve seguro de que aquel viejo escéptico no me tomaba el pelo. El medio millar de víctimas civiles exhibidas por las fuentes palestinas, quedaban en 75: 52 combatientes fedayines [*] y 23 soldados israelíes. Apenas ocupó ese informe algún que otro cuadradito en páginas interiores. El genocidio vende. Sobre todo, si se atribuye a Israel. La seca verdad atrae a pocos compradores.

La historia se repite. No es tan nuevo. La certeza de ver en lo judío al diablo acompaña al inconsciente occidental desde hace demasiado tiempo (seguir leyendo, diario ABC).

Y el que no me crea, que vea Pallywood.

Muhammad Al Dura y su padre, asesinados por palestinos para crear (con éxito) un libelo de sangre anti-israelí

Yo prefiero ser cínico antes que mentiroso.

[*] Nota del blogger:  La cantidad de combatientes fedayines entre los muertos palestinos está en discusión.

Y vean Jenin ahora, cuando junto con el intendente israelí vecino de Gilboa, apuntó a la paz.

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