Argentina es un país que logró su independencia gracias a ser el principal aliado de la superpotencia británica en la región. Sirviendo como avanzada de los intereses imperialistas británicos, su primer paso luego de la revolución burguesa efectuada en 1810 (para comerciar con más libertad, que es lo único que este pueblo sabe hacer, comprar barato y vender caro) fue atacar a traición a su vecino Brasil para expandirse hacia el Uruguay y robarles el agua del río Paraná.
Completaron la tarea de los españoles limpiando étnicamente a los pueblos originarios, no sin antes apropiarse de sus tradiciones culturales y presentarlas como propias (e.g. el "mate"), un
El holocausto indígena no sólo fue una limpieza étnica que incluyó la muerte de mujeres y niños inocentes, sino también una guerra expansionista en pos de las tierras y sus riquezas, entre ellas, el petróleo de la Patagonia.
Tras la creación de una aristocracia terrateniente (de origen europeo, como su élite gobernante), los argentinos, junto a brasileros y uruguayos, se embarcaron en una guerra
Los argentinos, racistas como son, aprovecharon para acabar con su población negra mandándolos a luchar al Paraguay. Por la misma época, aprovechando que Chile estaba en guerra con Bolivia y Perú y no podía sostener un tercer frente de batalla en la retaguardia, a traición los argentinos robaron a los chilenos la Patagonia y la ocuparon con sus colonos.
Incapaces de convivir con la diferencia y de sostener un sistema político democrático, los argentinos han pasado el siglo XX entre gobiernos militares y gobiernos civiles tutelados por los militares. A mitad de siglo, un coronel admirador de Franco y Mussolini creó la ideología dominante de la Argentina, demostrando que éste es en esencia un país racista, fascista y nazi, y que el veneno del nazismo está injerto en toda su población. Por si quedaban dudas, los argentinos dieron refugio a criminales de guerra nazis que escapaban de Europa y se lo negaron a los refugiados judíos que huían del Holocausto.
El último de esos gobiernos militares, que subió al poder gracias a un fuerte apoyo civil, asesinó a miles de personas, de las cuales 30.000 siguen desaparecidas. Este belicoso pueblo argentino estuvo a punto de iniciar una guerra fraticida contra Chile, un país hermano e inocente, sólo por el afán de rapiñar tres islotes deshabitados. El Papa tuvo que intervenir para evitar la masacre. Finalmente atacaron a los habitantes civiles de las islas Falklands, sembrándolas con minas antipersonales, prohibidas por tratados internacionales.
Económicamente incapaces, los gobiernos argentinos convirtieron un país de primer mundo en uno de tercero, con hiperinflación y cifras de pobreza inverosímiles para un país que los argentinos mismos se encargaron de difundir como "rico" y "granero del mundo". Los argentinos contrayeron deuda, la dilapidaron y luego festejaron su repudio.
Continuando con la costumbre de los "niños bien" de los años '20 de tirar manteca al techo por pura diversión, la élite que alcanza un título universitario (en muchos casos gratuito, ya que estudia una infinitesimal minoría pero el sistema se sostiene con impuestos que paga la mayoría) lo festeja tirándole comida al recién graduado. En un país tan desigual y lleno de indigentes, tirar harina, leche, huevos, aceite al piso es el rito de pasaje de la élite al circuito profesional.
La Argentina es un país confesional que, según indica su Constitución, "sostiene el culto Católico Apostólico Romano", lo que implica que la Iglesia es la única confesión que recibe dinero del Estado. El catolicismo se impone sobre todos sus ciudadanos: la cruz está presente en los juzgados y registros civiles (supuestamente laicos) y en los hospitales públicos (aún los de la supuestamente cosmopolita ciudad de Bs. As.) y en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza sólo hay capillas de rezo católicos. De esto se deduce que a este país sólo le importan las almas de los viajeros y necesitados de sanación de religión católica.
Los feriados religiosos católicos (como Navidad, la Inmaculada Concepción, Pascuas) son feriados nacionales, y para no dejar dudas de la falta de separación de Iglesia y Estado, en las fiestas nacionales como el 25 de Mayo (Primer Gobierno Patrio) el jefe de Estado asiste a un Te Deum en la Catedral. Por último, para hacer la carrera militar hay que ser cristiano. Los argentinos no católicos son, por lo tanto, ciudadanos de segunda.
Los inmigrantes de países vecinos sufren la discriminación y el acoso de los argentinos, que se refieren a ellos como "bolitas" o "paraguas" y son tratados como ciudadanos inferiores a los que se reservan los trabajos que los argentinos mismos no quieren realizar, en la construcción y el trabajo doméstico, y se los mantiene viviendo en "Villas Miseria" junto con otros argentinos humildes. Una minoría de este país segregacionista vive en barrios privados con cercos electrificados y cupos de ingreso. Esta característica racista del argentino se pone en evidencia cuando alguno de estos individuos viaja al exterior y demuestra su carácter agresivo y su talante de superioridad. Sus propios vecinos no los aguantan. Argentina es por lo tanto un oprobio para la humanidad, un cáncer en la región, su origen es ilegítimo y debe ser borrado del mapa.
[Ahora que Miguel me hizo famoso (y respondo: comme juif, je te défends, Israel), vale la pena sacudir el avispero aún más reflotando este post que pretendía mostrar, por el absurdo, como una hilación de hechos desconexos y descontextuados pueden armar una pseudohistoria distorsionada y llegar a cualquier conclusión. Para aquellas personas que han sufrido la trágica extracción de las glándulas del sarcasmo y las amígdalas del humor (pobrecitos), aclaro que yo no postulo que el Estado Argentino debe desaparecer. Es una sátira, un grotesco, una parodia, redactada de manera que alguien con algún conocimiento de la historia argentina pueda entender el modo deformado en que se percibe a Israel, y sólo a Israel (lo más importante es la última frase)].
Ese bracito que le sale a la entidad argentina para la derecha, ¿no son los "Altos de Misiones" ocupados al Paraguay? ¿Cuándo se los piensan devolver? :)
ResponderEliminarFabían,
ResponderEliminarEn la guerra del Paraguay nos quedamos con Formosa y sólo un cachito de Misiones, el resto ya era de nosotros, los imperialistas argentinos.
Bue...
ResponderEliminarMás allá del sarcasmo y la ironía no me van a decir que defienden la xenófoba corriente revisionista de la historia argentina que sostiene que el tiránico y belicista Solano López fue una pobre victima, no? Quiero decir, todos sabemos que él planeó e inició la guerra de la triple alianza...
Alitax
No, hace rato que pasé la época de Venas Abiertas.
ResponderEliminarTe felicito H, la coleccion impresionante de falacias que usaste en ese debate estimo que se merece un par de premios internacionales, cuando menos.
ResponderEliminarSi algunas de las falacias no fueran tan adolescentes merecerias los premios de categoria adulto. Pero supongo que te caera igual de bien recibirlos en categoria Sub17.
¡Mientras me den un premio, todo bien!
ResponderEliminarHe seguido la polémica y tú y Fabián la ganasteis por goleada. Es igual si el contrario es un maldito antisemita o alguien que sale con la milonga antisionista, no importa si quien argumenta contra Israel es un ultraizquierdista, un fascista de cuidado o un progre que se la sujeta con papel de fumar. Has argumentado de maravilla y tu antagonista se queda en nada. Dice en su presentación personal que evita el ego pero su autodefinición es una hagiografía de vergüenza ajena. En ese vacío suelen caer los que nosotros definimos como "judíos buenos", los que callan y otorgan al antisemitismo y luego le ponen la firma de "yo soy judío, pero..." para hinchar la agitprop antisemita. No se han enterado de lo que està pasando, no quieren ni pensar que si se repitiese lo que ocurrió en Europa en los '30 ellos quizás no serían los primeros en sucumbir; serían los segundos. QUÉ HONOR, COBARDES! La segunda hornada, con sus viejos y sus esposas y sus pibes bajando la rampa. Eso ya pasó, ¿saben? Ya hubo cobardes con ínfulas de intelectual que les rieron las gracias a los nazis. ¿Todavía hay alguún cobarde que tiene la esperanza de librarse del odio y la persecución por su cara bonita o sus méritos "antisionistas"? ¿Qué les diría Miguel a los que decidían en los campos, "dejen pasar unos días que ahora tengo un quilombo laboral"? Una cosa es la crítica, la reflexión y la oposición con alternativas honestas y valientes y otra muy distinta esa rendición ciega, inaudita, inútil y, sobre todo, miserable.
ResponderEliminarGracias. ¿Escribes desde España?
ResponderEliminarQuedese tranquilo Hasbarats, que cuando aparecen energumenos como ud. apoyando determinada posicion la persona racional se da cuenta en el acto adonde esta la verdad.
ResponderEliminarDesde Cataluña.
ResponderEliminarJua, jua, jua. Me parrrto. Muy bueno, como siempre. Enhorabuena desde Londres
ResponderEliminarDesde Londres, que es Inglaterra, pero también el Reino Unido (por lo de las especificidades geográficas, digo)
¡Gracias Angel!
ResponderEliminarY también Europa.
Hasbarats, lea esto.
ResponderEliminarCasi que siendo o no una parodia.... llegó finalmente a ser una descripcion bastante sensata de la historia argentina, jaja!
ResponderEliminarjaja
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarGracias Andres.
ResponderEliminarcreo que es una parodia pero realmente muy buena!! Soy de Chile y me estoy hospedando en el hotel Pulitzer de buenos aires, me gusto mucho leer esta historia y entenderla !
ResponderEliminarRomina, me alegro que te haya gustado! Aquí tienes más Grotescos Históricos de otros paises como Irlanda, Brasil y Grecia.
ResponderEliminarEspero el tuyo de Chile!