Publicado en Apuntes Urbanos
A menos que haya una crisis económica fuerte, la oposición cerrada (Carrió, De Narvaez) no tiene manera de ganarle al kirchnerismo. Según lo que vengo leyendo ni los economistas opositores vislumbran una explosión en lo inmediato (sino un constante deterioro que puede durar un par de años hasta llegar -si nadie hace ninguna corrección- a un nuevo Rodrigazo). Así que sin oposición total, nadie que rechace los logros del kirchnerismo (AUH, mobilidad jubilatoria, etc) tiene posibilidades de mojar en octubre.
Eso nos deja con que la única manera de hacer síntesis dialéctica y superar esta nefasta etapa sin irnos a la antítesis y al otro extremo del péndulo es el Caprilismo que vengo predicando hace por lo menos un año. Entre los que "avalan lo bueno pero critican lo malo" de esta dékada tenemos los que van por dentro y los que van por fuera.
Por dentro del kirchnerismo: También llamado "Sabbatellismo". El problema es que como hay amplísima evidencia, todo partido que hace frente con el verticalísimo peronismo queda absorbido y chupado por completo. ¿Se acuerdan de la transversalidad y del partido Nuevo Encuentro?
Por fuera del kirchnerismo: Aquí hay dos variantes.
La variante no peronista: Sería un Hermes Binner. Lamentablemente, sin peronismo, logró sólo un 15% del caudal electoral en 2011.
La variante peronista: Acá la novedad es que Sergio Massa "jugó", con estructura territorial (una decena de intendentes de la Prov. de B.A.), y alta intención de voto. Si da el batacazo, le disputa la verticalidad del peronismo a CFK, luego el poder atrae a más dirigentes y le pone fecha de vencimiento al proyecto K.
Yo en capital voto Terragno-Lousteau, pero en el muy peronista conurbano espero que Massa arrase y -por lo expuesto arriba- nos aleje de todas las locuras con las que está experimentando la Presidenta, a nivel instituicional (dominar la justicia, voltear a la Corte Suprema) y económico (la mala praxis caminante).