Claudio Lifschitz, ex secretario del juez Juan José Galeano, denunció que fue secuestrado y torturado mientras circulaba con su auto por el barrio de Villa Devoto. Según contó el abogado a C5N, cerca de la medianoche una camioneta se cruzó en su camino, lo obligó a bajarse de su auto y se lo llevaron. Lifschitz dijo que los secuestradores le pusieron una bolsa de residuos en la cabeza, le quemaron el brazo con un soplete y le escribieron en la espalda las siglas de la AMIA.
El ex funcionario, que denunció irregularidades en la investigación del juez Galeano, contó que "en determinado lugar me cruzan una camioneta y se bajan personas de una camioneta con pasamontañas. Me hicieron bajar y me hicieron subir a una camioneta. Me pusieron una bolsa de residuos en la cabeza. Me dijeron que me dejara de joder con la SIDE".
El abogado dijo que sus secuestradores estaban interesados en un cassette que vinculaba a iraníes con el caso AMIA. " Insistían mucho con el tema de unos cassette que vinculan a iraníes con el atentado. Me quemaron en el brazo un número de seis cifras que es el de la causa AMIA y me escribieron toda la espalda. Esto ocurrió a las 12 y pico de la noche. Me decían quedate tranquilo no te vamos a matar, vos vas a vivir hasta que nosotros queramos".
Contó además que cuando los secuestradores le descubrieron un rosario que llevaba, le dijeron: "Qué hacés vos con esto, si sos judío". "Ahí sentí que encendían un soplete y después un ardor muy grande en la espalda", indicó.
Luego, el letrado fue despojado de su celular y abandonado en la zona de Villa Lugano, en inmediaciones de la Escuela de Cadetes de la Policía Federal, cerca de un barrio de emergencia. Sus primeras curaciones las recibió en el Hospital Piñeiro, desde donde fue trasladado a otro centro de salud de Villa Devoto.
En 2000 Lifschitz se presentó ante el Congreso y denunció que el entonces juez federal Juan José Galeano había cometido irregularidades gravísimas en la investigación del atentado contra la AMIA. Su actuación como prosecretario del juzgado avalaba su testimonio. Su labor provocó el derrumbe de todo lo actuado por el juez Juan José Galeano.
Nuestra solidaridad con Lifschitz y el siguiente saludo a los iraníes prófugos y estos mierdas de amigos que tienen en la SIDE: Váyanse a la puta que los parió.
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